Esta Parrilla de Zona Norte dejó mucho que desear. Quizás porque la fecha del Día del Padre los superó. Quizás porque para hacer funcionar bien un Restaurante deber tenerse en cuenta items fundamentales.
El ambiente es agradable. Blanco, con sillas vestidas en telas pintadas de negro.
La mesa está bien presentada. Entregan solamente un Menú para dos personas.
La camarera no recuerda la composición de los platos. Interrumpe una conversación pensando que pedimos nuevamente manteca, de muy mal modo.
El Menú es muy completo. Noto que agregan dos platos del día con una calcomanía..
Personalmente, elijo Milanesitas de lomo con puré tricolor.
La espera es normal.
El plato presenta una obsena milanesa por el tamaño descomunal y la carne en su interior semicruda. El puré tricolor, presentado como bolas de helado, sin sabor.
El espacio no se aprecia por el ruido de los comensales.
El baño, pequeño, ordenado, limpio. Con carteles pegados en las paredes.
La cuenta no concuerda con el pésimo servicio y la calidad de los platos.
No lo recomiendo.
Pretende ser pero por ahora, no lo es.